Por Uriel Bederman en Diario LA NACION Sábado 29 de marzo de 2014
Se multiplican las intersecciones entre la estética y la industria
tecno, desde las gafas de Google hasta piezas de joyería con inteligencia
incorporada; además, cómo son las nuevas herramientas que ingresan en el taller
de los orfebres.
"Muchos
de los dispositivos de la tecnología de vestir que llegan a las góndolas hoy
ofrecen grandes funciones, pero no tienen en cuenta que
los consumidores quieren dispositivos bellos y de vanguardia que se
complementen con su estilo personal", dijo Paul Williamson, de CSR, una
firma en cuyo catálogo aparece una fresca novedad: joyas inteligentes.
Lo cierto es
que estos universos (moda y tecnología) exhiben vínculos cada vez más
estrechos. Sirven de muestra una serie de contrataciones por parte de Apple,
que durante 2013 sumó a sus filas a Paul Deneve, anteriormente CEO de la
francesa Yves Saint Laurent; a Angela Arhendts, antes jefa de la marca
Burberry, y al español Enrique Atienza, en cuyo currículum aparece Levi Strauss
& Co.
La tendencia
tiene nombre propio: en el norte del mapa, allí donde respiran las grandes
compañías del sector, le llaman wereable technology, tecnología de vestir.
Gafas, collares, pulseras, anillos e incluso ropa y zapatillas comienzan a ser
dotados de inteligencia mecánica.
A
LA VISTA
Glass es uno de los arquetipos en esta
nueva ola. Se trata de las gafas desarrolladas por Google que, entre otros
usos, permiten tomar fotografías y navegar por Internet justo frente a nuestros
ojos. Con comercialización prometida para este año, cuando este producto
comenzó a circular en las noticias redundó una voz crítica en torno de la
propuesta de Glass: "¿Por qué Google no las hace más bonitas?"
Recientemente, la firma de Mountain View dibujó el ansiado gesto estético al
presentar cuatro nuevos modelos de estos anteojos con diferentes marcos y
formatos (incluidos anteojos de sol), novedades ideadas para los usuarios geeks
y también coquetos, echando luz sobre un pedido cada día más audible en la
industria de los chips: ser funcional ya no es suficiente.
El reloj de
pulsera tradicional, cuya popularidad ha sido lapidada, en parte, por la
constante presencia de los celulares en los bolsillos, es otro elemento que
procura tomar el brazo tecnológico.
Samsung y
Sony, entre otras compañías, ya lanzaron sus smartwatches al mercado, y otras,
como Apple, HTC y Motorola, planean hacerlo en el corto plazo. Google presentó
recientemente Android Wear, una versión de su sistema operativo móvil dedicada
a este tipo de productos. Aunque existen excepciones, generalmente funcionan
como una segunda pantalla para una superior, entregando alertas e incluso
información, pero vinculados a un dispositivo más grande y potente.
Además de
relojes inteligentes, el Congreso Mundial de Móviles celebrado a fines de
febrero en Barcelona fue escenario de la presentación en sociedad de múltiples
pulseras de naturaleza geek. Ricardo Sametband, enviado especial de LA NACION
en el evento europeo, dio cuenta de productos de Sony, Huawei y Samsung, que se
suman a propuestas de Nike y Adidas, todos con un mismo objetivo: monitorear la
actividad física del usuario y ayudarle a mejorar sus hábitos a la hora de
practicar deporte.
UNA
JOYITA
Uno de los
productos destacados en el catálogo de la antes mencionada firma CSR es un
collar diseñado en sociedad con la boutique neoyorquina Cellini, que se conecta
vía Bluetooth con smartphones y tablets. Una aplicación para Android permite
modificar el color de su indicador LED para concertar con el look del portador;
además es compatible con el centro de notificaciones de iOS 7, el sistema
operativo móvil de Apple, volviéndolo capaz de entregar al usuario alertas
sobre llamadas, mensajes o correos entrantes mediante vibraciones o cambios
lumínicos. Según advirtió CSR en el marco del Consumer Electronic Show (CES)
2014, la feria más relevante del calendario tecnológico, un 72% de los usuarios
desea que los dispositivos wereables luzcan bien, mientras que el 67% dijo que
es importante que se ajusten a su estilo personal.
Similar a la
oferta de CSR es Memi Smart Bracelet, una pulsera cuyo objetivo es, también,
brindar alertas sobre notificaciones con diversos patrones de vibraciones
(incluso es posible programar avisos para recordar reuniones) y que se silencia
al hacer dos toques en su superficie. También presentado en la última edición
de CES, Netatmo June es un accesorio con el aspecto de un diamante que puede
ser utilizado como pulsera o broche. En interacción con una aplicación que
corre en iPhone, entrega al usuario información relativa a su exposición solar:
si ha estado mucho tiempo, aconseja tomar un descanso y el grado conveniente de
protección.
Zazzi, de
Fashionteq, es un accesorio de moda que cuenta con una breve pantalla de tinta
electrónica (similar a un e-book) en la que muestra diversas notificaciones.
Shine, del fabricante Misfit Wereables, se postula como un versátil accesorio
de diseño unisex (con agregados se puede utilizar como collar o pulsera), cuyo
vínculo con la tecnología llega por el lado de la salud: en iOS y Android mide
la actividad física de su portador, apareciendo como una opción para coquetos
deportistas. La propuesta de Cuff, también para usar en el cuello o la muñeca,
invita a que sea utilizado por diversos miembros de un grupo para conocer sus
ubicaciones a tiempo completo desde un smartphone.
Más
pequeños, los anillos no quedan por fuera de esta receta. Smarty Ring, además
del beneficio de estar confeccionado en acero inoxidable, controla en forma
remota diversas funciones del teléfono móvil. NFC Ring es otro de los actores
en este creciente sector: se trata de un anillo que incluye una tecnología que
funciona por proximidad, de forma similar a la que se usa para realizar ciertos
pagos mediante tarjetas que se acercan a un lector. Por lo tanto, gracias al
NFC, no solamente puede lucir bonito en la mano, también podría desbloquear un
móvil, transferir información, realizar pagos e incluso abrir puertas.
En el marco
de esta tendencia, a los repasados productos se añaden otros en cuyo diseño y
fabricación puede participar el usuario final en forma directa. En simetría a
los softwares de código abierto, se trata de joyas que pueden personalizarse
para que cambien su aspecto exterior e incluso que muestren un mensaje escrito,
hasta la disponibilidad general de bocetos que pueden ser materializados en
impresoras especiales. Al respecto, María Carelli, representante local de la
joyería contemporánea, cuenta que más allá del proceso de diseño, "la
relación joyería-tecnología se piensa también en relación a procesos de
trabajo, como por ejemplo resolver una pieza en las flamantes impresoras
3D", y que eludiendo el trabajo puro artesanal "el diseño pasa
directamente de un programa de computadora a la impresora".
VOCES
EN CELESTE Y BLANCO
"Yo
nado en tecnología -dice a LA NACION Adrián Pallarols, una de las figuras más
relevantes de la orfebrería en la Argentina, integrante de una familia dedicada
por generaciones a este arte-. Lo que hago es un gran mix entre todo lo que
tiene que ver con los conocimientos más tradicionales de la platería europea
del siglo XVI a la fecha, a la inclusión de cualquier método que a mí me
permita generar un hecho plástico, esto es cualquier mensaje que uno pueda enviar
a través de un objeto. Considero que en el siglo XXI ese objeto debe ser una
cuestión que la gente pueda disfrutar, compartir, vivir a diario. Hoy la gente
no toma conciencia de que lo que ve en un museo eran objetos de uso en su
momento que quizá con el paso del tiempo, con el cambio de los usos y las
costumbres, hoy no son aplicables a la vida diaria y necesitamos recrear en
esos elementos cosas nuevas. Pero no es ni más ni menos que lo que yo propongo:
que las cosas sean utilizables y que sean vivibles."
Uno de los
trabajos más renombrados de este artesano es el cáliz papal que en mayo de 2013
entregó en manos a Francisco, que es su amigo íntimo y consejero espiritual,
según cuenta. "El boceto de ese cáliz surgió espontáneamente. Lo hice en
la cocina de mi casa con un lápiz y las acuarelas de mi hija. En ese caso no
disponía de mucha tecnología."
No obstante,
Pallarols explica que en su trabajo no descarta el uso de programas como Corel
Draw! o Adobe Ilustrator. "Estos programas son maravillosos, están bien
pensados, concebidos por ingenieros que se dedican a resolver algo que quizás a
ellos les lleva un año, pero vos hacés un clic y tardás dos minutos. No
significa que porque eso surgió de ese modo, el valor de la obra carece de
sentido o es peor porque hubo un Corel de por medio. Porque en realidad el
Corel es una página en blanco que no te aporta absolutamente ninguna idea.
Simplemente te facilita a desarrollar un hecho creativo que si vos no lo
pudiste concebir antes de abrir el programa, entonces vos no tenés nada."
"Creo
-dice Carelli- que hoy la tecnología va ligada al diseño. En cuanto probamos un
celular con mejor diseño y además un diseño con el que nos identificamos, no
queremos volver al anterior, y no justamente porque necesitemos todas las funciones
del nuevo celular. Apple es un buen ejemplo: uno paga allí un diseño, no sólo
la tecnología. Si compro un anillo que abre puertas, para mí no es una joya ni
una pieza de arte. Un objeto tecnológico con diseño, eso sí. Para mí la
conciliación entre joyería y tecnología (entendiendo a la joyería como una
expresión artística) la encuentro en el proceso de trabajo, en los procesos
técnicos y resolutivos, no en el objeto joya en sí."
Consultado
en torno de la posibilidad de incluir tecnología en las piezas que nacen de sus
manos y no solamente en el proceso que conduce hacia ellas, Pallarols opina:
"No he tenido la oportunidad de hacer una conjugación de algo así, pero yo
soy pro a incluir, a desarrollar. Y si eso significa que la vida de cualquier
persona puede ser más amena, más divertida, más agradable, o puede hacer que
algo además de ser útil tenga un valor o un diferencial, el famoso valor
agregado; en cuanto tenga acceso a eso trataré de ser el primero en tirar
opciones y nuevas visiones para que eso sea posible. Porque estamos en el siglo
XXI. Si fuera de otro modo, estaríamos volando en globo, y hoy para viajar está
el avión".
Leer el artículo. Imagina luego un objeto que aúne arte y tecnología para proponerlo en clase.cuando trabajemos el tema. .
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